REALIDADES DE ENSUEÑO
Mi mente da vueltas y vueltas sin
poder dormir, siento que el mundo a mi alrededor se desmorona parte por parte,
la angustia que desvela mi ser agota mis ansias de querer seguir, no logro
hallar eso a lo que llaman “paz”, pues para mí es simple tranquilidad que ahuyenta
los pensamientos desmoralizantes que prevalecen en mi cabeza la mayor parte del
tiempo.
Pero, después de pasar la noche
en vela como tantas otras llego a la primera hora de clase y lo primero que
hago es ver si él ya llegó para saludarlo, lo veo sentado con su rostro lleno
de sencillez donde sobresale la ingenuidad a juzgar por la poca edad que
aparenta, tiemblo y me pongo nervioso, me sudan las manos, pienso que sería
mejor no hablarle para que no note lo mucho que me gusta, pero mi maldita boca
no me hace caso, solo empieza a balbucear palabras algo incoherentes y
tonterías poco interesantes que de igual manera le logran sacar una linda
sonrisa; solo disimulo cambiando a un tema más académico y aburrido para que
esos nervios del momento se calmen y así poderme ver como un amigo más que sólo
le tiene aprecio.
Las horas pasan sin darme cuenta mientras lo
observo fijamente sin importar cual pueda ser su reacción, pienso en porqué me
gusta tanto, si la verdad no es muy esbelto, ni muy interesante, es todo lo
contrario a lo que siempre busco y encuentro, tal vez sea eso; algunos dicen
que lo diferente enamora, ha de ser verdad, porque hasta el momento no he
podido encontrar la razón de porqué me pasa esto con él. Solo con el.