domingo, 29 de junio de 2014

REALIDADES DE ENSUEÑO



Mi mente da vueltas y vueltas sin poder dormir, siento que el mundo a mi alrededor se desmorona parte por parte, la angustia que desvela mi ser agota mis ansias de querer seguir, no logro hallar eso a lo que llaman “paz”, pues para mí es simple tranquilidad que ahuyenta los pensamientos desmoralizantes que prevalecen en mi cabeza la mayor parte del tiempo.

Pero, después de pasar la noche en vela como tantas otras llego a la primera hora de clase y lo primero que hago es ver si él ya llegó para saludarlo, lo veo sentado con su rostro lleno de sencillez donde sobresale la ingenuidad a juzgar por la poca edad que aparenta, tiemblo y me pongo nervioso, me sudan las manos, pienso que sería mejor no hablarle para que no note lo mucho que me gusta, pero mi maldita boca no me hace caso, solo empieza a balbucear palabras algo incoherentes y tonterías poco interesantes que de igual manera le logran sacar una linda sonrisa; solo disimulo cambiando a un tema más académico y aburrido para que esos nervios del momento se calmen y así poderme ver como un amigo más que sólo le tiene aprecio.

Las horas pasan sin darme cuenta mientras lo observo fijamente sin importar cual pueda ser su reacción, pienso en porqué me gusta tanto, si la verdad no es muy esbelto, ni muy interesante, es todo lo contrario a lo que siempre busco y encuentro, tal vez sea eso; algunos dicen que lo diferente enamora, ha de ser verdad, porque hasta el momento no he podido encontrar la razón de porqué me pasa esto con él. Solo con el.