jueves, 15 de enero de 2015



ERAS VENENO 
 
Eran veneno tú y tus palabras, cada término, verbo y recitación, cada expresión y dicción, cada letra dictada en mi dirección, cada declamación y articulación, cada escrito en un vocablo con entonación. Cada aliteración con voz, cada pronunciación, cada juramento en forma de exclamación, cada conjugación que insinuaba una proposición, cada indirecta que mostraba una invitación, cada circunstancia que insinuaba una declaración. Eran veneno cada alegación dentro de una enunciación, eran veneno cada una de tus abusos sin abstención. Tú eras veneno, eras veneno en todo el sentido de la oración.

LETRAS, DESPUÉS PALABRAS
 


Una simple hoja de papel blanca, manchada poco a poco por la tinta que desciende de una pluma que plasma letras y forma palabras, que inquieta al escribir frases punzantes escritas con lamento, con clamor, con amor y con pasión, con razón y con delirio, con manía y con paciencia. Que actúa como medicina para algunos, como veneno para otros, que desespera letra a letra al lector, que satura de insomnio la tranquilidad alrededor, que actúa sobre la inmutable paz, que aliena al más loco de los cuerdos, que entre cicatrices y arrugas es irónico que se escriba con una pluma, que con la tinta negra no puede ser otra cosa más que la mismísima locura, que atormenta incluso al más dichoso, que perturba toda calma y quietud, que trastorna al cuerpo con pudor, que agita igual que el viento el alma, el corazón y las entrañas. Que llena de toda comprensión cualquier desacuerdo, cualquier desavenencia y cualquier obstinación. Que sin lugar a dudas ponen el mundo al revés de aquel que es un demonio y un ángel a la vez.
EL ANDANTE
 

Melancóliuco lugar de pintorescos pasos alimenta los recuerdos burdos del andante llameante,
Senda hacia el fracaso adornada con tumultuosos adornos sacan la ira vibrante del las protundas huellas del andante riguroso,
Lugar impúdico poseedor de regazos factibles ondea alternando las fracciones del andante lujuriante,
Gozo fascinante carente de repudio revela la exquisita mancha de indecencia dejada por el andante perjuicioso.


EL BESO
Juntaron sus labios y al son de un lento blues penetraron sus furtivas almas acogedoras de encanto, buscaron el uno en el otro el acojo protector de un manto de amor, imaginaron convertir el beso en pasíon con mordidas tiernas y lenguas juguetonas, intentaron no sobrepasar los límites del deseo ingenuo de sus mentes traviesas, buscaron dejar de lado la demencia obscena que dictaban sus cuerpos mientras que suturaban heridas pasadas de sus corazones aún sabiendo que aquello se quedaría en un simple beso.
PRIMERA VEZ

 
Descalzo, semidesnudo, temblando por la vergüenza y la confusión del momento me recosté sobre la frialdad de las sábanas de ese lecho hostil, me dejé consumir por la plena oscuridad del lugar esperando que la vida brotara en cualquier instante, mis ojos permanecieron abiertos y mis oídos en guardia, estaba rígido, mis sentidos se embotaron al tiempo que unos labios secos aplastaban mi cuerpo, ella susurraba mi nombre a mi oído entre los destellos de innato placer que mitiganva tapándome la boca con sus tibias manos, contaba los minutos y segundos, pretendía solo ver por medio del tacto su figura y su cabello ondeante que acariciaba mi piel, ¿era eso amor? dictaba mi mente con furor, o ¿sólo era demencia amparada por locura? dos lágrimas brotaron de mis ojos al ver como la oscuridad se disipaba por la luz del sol que se fugaba por las hendijas de la ventana,por un momento creí que todo había sido un sueño donde la manía de tenerla entre mis brazos tuviera el total control de la situación, hasta que volví en mi alzando la mirada para luego fijarla en ella y en el deseo cumplido de haber tenido mi primera vez con ella.